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El tratamiento de Botox en estética consiste en la aplicación de toxina botulínica tipo A en pequeñas dosis para reducir y suavizar las arrugas y líneas de expresión. Funciona bloqueando temporalmente las señales nerviosas en los músculos donde se inyecta, provocando que los músculos se relajen y la piel se vuelva más lisa.
Los tratamientos de Botox suelen durar entre 10 a 20 minutos y los resultados comienzan a notarse entre 3 a 5 días después del procedimiento, con un efecto completo visible en alrededor de 2 semanas. Los resultados generalmente duran de 3 a 6 meses, dependiendo de la persona y la zona tratada.
Es un procedimiento rápido, no quirúrgico y con mínimas molestias.
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